Friday, August 21, 2009

Reutilizaciones entre el vecindario

De lo sobrante que pueda ser reutilizado.
Desde hace algunos años venimos dejando cosas en el descansillo del vestíbulo que consideramos pueden servir a otros vecinos. Es así que nos hemos deshecho de una colección de videos vhs de dibujos animados, muchos cuentos de tapa dura, de bastantes libros pero también de otras cosas como una maleta u objetos de decoración, todo ello en condiciones de reutilización.
Por lo que hemos visto ese gesto ha creado un cierto seguimiento ya que otros vecinos también han dejado cosas que les sobraban. Por término medio las cosas desaparecen en menos de un día y como máximo duran dos. Alguien las recoge y habrá podido disfrutar de ellas. Nosotros mismos hemos aprovechado una bandeja de madera que contiene otras 3 de porcelana (por cierto, gracias al/a la donante).
Tal vez ese gesto de dar la opción a reutilizar cosas que ya no sirven para uno pero si útiles para otros pueda sorprender pero forma parte de una visión ecologista elemental. Antes de tirarlas al container para su reciclado no cuesta nada hacer ese gesto de donarlas anónimamente a quien le pueda interesar. El mismo criterio hemos seguido por lo que hace a objetos más voluminosos (una bici, un mueble de despacho o una tele, pero que hemos dejado junto a los containers cercanos con notas informando de que el mueble estaba entero, la bici necesitaba poca reparación y la tele solo necesitaba resintonizarla. Las tres cosas desaparecieron antes de que pasara el basurero).
Nos parece que si una cosa puede ser útil para otra persona no hay porque enviarla a un proceso de destrucción. Lo ideal sería que los puntos de basura ya estuvieran como puntos de reutilización de lo reutilizable pro el vecindario próximo o en todo caso en las plantas de recicladero de cada localidad eso estuviera mas organizado pero como de momento no es así tener algo parecido a la cesta de lo sobrante es una buena manera de ayudaros los unos a los otros sin gastar un céntimo.
Creemos que hacemos lo correcto hasta que una última colección de libros la hemos visto tirada al parque por alguien que viene o vive en el edificio y que, obviamente, no está de acuerdo con el gesto de donar lo sobrante.
Conjetura uno: es alguien que considerará que no es cívico afear la estancia del vestíbulo con objetos que no corresponde estar ahí y ha intervenido para que no se convierta eso en un mercadillo.
Conjetura dos: es una neonazi que está en contra de todo lo que sea cultura y prefiere continuar con su analfabetismo a permitir que materiales gráficos ayuden a disimilillo.
Conjetura tres: ha tirado los libros por anticatalanista ya que se trataba de una remesa de libros en catalán (gramáticas y literatura).
Conjetura cuatro: no tenemos una cuarta conjetura.
Tenemos sospechas de quien se trata pero con eso no pretextaremos convertir este texto en una investigación detectivesca. Cuando nos cruzamos con esa persona retira la mirada por su sentido de culpa. El hecho induce a pensar en lo siguiente:
Crees que compartes ciudad y bloque entre gente bien nacida hasta que detalles como ese te hacen reconsiderar tal punto de vista. Es imposible que alguien que tira libros por la ventana al parque u otras cosas al exterior pueda acudir al argumento de incivismo por dejar cosas limpias en el descansillo. Es su modo particular de vengarse en contra de la felicidad de otros. Mientras va a mirárselo y se lo cura no olvidamos que en nuestro inmueble se han dado varias curiosidades con los años: colillas en los cuadrados de espera del ascensor en el garaje, el camarín con humo de su anterior usuario, un vecino que recibió un envío postal destinado a otro y no se lo dijo, el robo de revistas y periódicos en buzones, toldos quemados o ensuciados de pisos inferiores por vecinos de pisos superiores. En fin la comunidad residente no ganará el premio a la vecindad excelente del año, ni del lustro…ni de la década.
Invitamos a que los vecinos que les sobren objetos que les de pena tirarlos pero de los que se tienen que deshacer los dejen en stand by un par de días en el vestíbulo hasta que alguien se los lleve, si no es así luego pueden tirarlos al container que corresponda o llevarlos a sitios de reciclaje (en la bibliotecas se pueden donar libros y en algunas partes como los centros culturales hay cestas de libros viajeros o sin dueño para que circulen de unas manos –y ojos- a otras.
Puesto que el individuo tiquismiquis que no puede soportar un objeto de más en el descansillo está en su derecho de rechazarlo ya que es copropietario del lugar puede replicar con sus argumentos los nuestros y de deshacerse de las cosas dejadas sin darle la oportunidad a otros que las usen pero que no las tire al parque. Ya sabe, si es creyente, que le espera el infierno y si no lo es, lo de creyente, le espera seguir con su vida de rencores a no ser que dé un pequeño empujoncito a su vida para crecer.
Hay países más ricos que Catalunya como los USA en los que la costumbre de deshacerse de cosas por mudanzas de casa o reformas es habitual. Es así que existen los garden market o los garaje market en los que anunciados con pasquines por las calles de alrededor hay quien hace un despliegue de todas sus cosas sobrantes que venden a precios supermínimos. A unos amigos que por razones de la crisis deben cambiar su gran apartamento por uno con la mitad de superficie y que les va a sobrar una enorme cantidad de objetos les hemos sugerido esa opción. Como vivimos en un país en que la gente se pone todavía roja por ser descubierta in fraganti en sus verdades es una propuesta difícil de seguir. No deja de ser curioso que por todo lo que hace a Second hand España sigue resistiéndose a su empleo, algo que países mucho más ricos vienen practicando desde siempre.
Con el permiso de analfabetos y antisolidarios esperamos que se siga practicando esta forma de regalo anónimo y que quien ha tirado esos materiales al parque vaya a recogerlos y los devuelva de donde los cogió. Si al mundo le sobra algo totalmente rechazable, esto sí, no reutilizable, es su gente destructiva. Su desaparición aumentaría la cuota de felicidad colectiva.

No comments: